sábado, 13 de marzo de 2010

ADECUADO

La catedral es tu cuerpo,
Espuma propia de la espina dorsal,
Somos viejos, más no sinceros,
Todo arde con tu piel.

Entre dos tierras inocencia,
Luz del cielo en notas,
Palabras volando en calles de espera,
Ataúd de corona con tu pelo de arco iris,
Infinito espacio en mis manos.

Vientre sin sabor amargo de verano,
Paredes pintadas del mismo color,
Lista de promesas inconclusas,
Fuego de cenizas ajenas,
Resbalando en sinceridad.

Que más da la eternidad sin raíces,
Solo promesas a olvidar,
Todo adecuado a la naturaleza de mi cuerpo,
La mentira en tesoro de espera.